Por Alvaro Bardón.
La versión PC -no, mal pensado, no me refiero al Partido Comunista, sino a lo Políticamente Correcto- es que Pinochet era un malvado desde niño, viejo complotador y sanguinario -cosa que, al parecer, Allende y Prats no sabían.
La "dictadura" de Pinochet fue tolerante, de educación libre y abierta, respetuosa de los contratos y la propiedad, aperturista y libertaria, de Estado (siempre represivo) chico e impersonal. Entregó el poder y hasta una Constitución "democrática", con algunos "enclaves", muy "parecida" a la actual. Nada que ver con totalitarios matadores, como Fidel, Stalin, Hitler, Franco, Mao o Honecker, que costaron unos 100 millones de muertos. Aquí no llegaron a tres mil -como la décima parte, proporcionalmente hablando, de la revolución del 91 o de otras dictaduras latinoamericanas de la época.
Son los costos de las grescas ideológicas con luchas de clase odiosas, en las que el fin justifica los medios y se postulan la dictadura del proletariado y el término de la libertad y la propiedad. La verdad es que los militares, con Pinochet, impidieron un Chile comunista, entregado a la URSS.
Todo lo anterior no es PC, así que no lo diga. Páselo bien y prestígiese internacionalmente, diciendo que Lucifer es un ángel al lado de Pinochet, quien se comía una guagua al día, como se ha demostrado en serios estudios de ONG-PC y universidades "progresistas".
Pinochet, siguiendo su instinto, evitó inminentes enfrentamientos vecinales, que no le digo el costo en vidas que habrían tenido. Pero lo más notable es que inició los cambios liberales del siglo XX en el mundo. Luego siguieron Reagan, la Thatcher, los países ex comunistas europeos, China, India, Vietnam y los emergentes, que ahora crecen y van como avión.
El Chile de hoy no tiene nada que ver con el de 30 años atrás. Los cambios, continuados por la Concertación, nos cambiaron de pelo, hasta que, hacia fines de los años 90, las reformas se acabaron. Lo PC es ignorarlo y vender la idea de que el progreso se inició en 1990. Simplemente, Chile no existió en los años 70 y 80. Algunos reconocen que algo se creció, pero que la distribución del ingreso fue un horror, viejo cuento de piratas que vengo escuchando de los PC de turno por más de medio siglo, y que sólo se resolverá cuando se entregue más libertad laboral, educacional y de emprendimiento.
Pinochet gobernó demasiado tiempo, por la inepcia política de los opositores, que sólo le apuntaron cuando siguieron la lógica "transicional" del gobierno militar, y no la "inteligente" del enfrentamiento y de ignorar lo que verdaderamen-te pasó.
Debe ser terrible para los PC que Pinochet sea el chileno más conocido del mundo. ¿Qué hacemos para desprestigiarlo y seguir ganando elecciones? ¿Medio millón de muertos? No anda. ¿Lingotes de oro?. Puro oropel. ¿Que nunca entregó el poder? (¿?). ¿Profanar sus restos? ¡Se quemó, el tal por cual! Seguir con los parientes, con el nieto. Llevar las cenizas al tribunal a declarar.Las platas del Riggs. ¡"Touché"! Espero que, ahora sí, los abogados hagan el "disclosure". Si son gas-tos reservados, todos lo han hecho; es feo, pero legal. Así es la democracia formal chilena. ¿Perfeccionémosla? Acabemos con los gastos reservados y las reelecciones. Achiquemos el Estado, como lo hizo Pinochet. Espero los cientos de cartas de apoyo de nuestros políticos demócratas.